Llego el período vacacional. Después de un largo curso donde hay que cumplir horarios, madrugar, ir al colegio, hacer deberes…. ¡Llegó la hora de descansar! Por otro lado, vemos que a nuestro hijo le ha costado aprobar el curso o incluso ha suspendido algunas asignaturas… ¿Qué hacer ante una situación así? ¿Descansamos todo el verano? ¿Trabajamos durante las vacaciones?
Es cierto que, algunos niños, acaban cansados de tanto esfuerzo y se necesita descansar pues el periodo de vacaciones está diseñado para disminuir el ritmo de trabajo, pero no para detenerlo. Es decir, estar de vacaciones no implica no hacer nada si no seguir realizando algunas tareas, pero con una rutina de trabajo más relajada. A demás, las vacaciones de verano comprenden un período de tiempo largo donde los niños también demandan actividades pues son muchas horas libres donde también se cansan de sus juegos preferidos y ¡Ellos mismos demandan las tareas! Al estar más descansados, el rendimiento suele ser mayor.
¿Qué puede ocurrir si no practico los contenidos aprendidos durante el curso?
El ritmo de trabajo disminuye.
Los conceptos que no fueron adquiridos 100% se olvidarán.
La rutina de trabajo desaparece.
Cuando empieza el curso es más complicado adaptarse a la rutina escolar.
¿Qué podemos hacer para repasar sin renunciar al descanso?
- Podemos crear una rutina de trabajo. Buscar el momento del día donde sea más sencillo hacer alguna tarea.
- Establecer un horario, y un tiempo dedicado a ello y después de ese periodo. ¡A descansar!
- Buscar un espacio adecuado y atractivo para ello.
- Si tenemos varios hijos, crear esa rutina para todos, incluidos nosotros mismos.
Trabajar no es solo una tarea de papel y lápiz.
Podemos mejorar nuestras capacidades sin necesidad de estar sentado en una silla con el papel y el lápiz, podemos hacer juegos o actividades diarias que nos permiten recodar conceptos sin darnos cuenta de una forma lúdica. Por ejemplo, si tengo que repasar el conocimiento de las horas podemos darle un reloj a nuestro hijo/a y hacerle responsable de la hora de volver a casa en vez de ir a buscarlo nosotros. Si lo que necesitamos es controlar el manejo del dinero, le diremos que él/ella vaya a la tienda y controle el cambio que le dan. Si por el contrario necesita mejorar la capacidad de expresión oral podemos jugar a inventar una historia con una palabra dada, contar entre varias personas una historia o mandar un e-mail a algún familiar o amigo para contarle como han sido nuestras vacaciones.
Démosle rienda suelta a nuestra imaginación y… ¡A disfrutar del verano!